El presidente del Partido Popular de Córdoba Adolfo Molina ha exigido al gobierno socialista de la Junta de Andalucía que diga cuales son los plazos claros y reales para la construcción de la estación depuradora de aguas residuales (EDAR) de Albendín (Baena).

Molina, en rueda de prensa junto a la candidata a la Alcaldía de Baena, Cristina Piernagorda, ha lamentado que tenga que venir una vez más a este municipio para recordar al Partido Socialista que la depurada que dará servicio a los vecinos de Albendín sigue a la espera. “Esto parece el día de la marmota”.

La Junta de Andalucía se comprometió a tener construida y en funcionamiento las depuradoras para finales del año 2015, para cumplir con la normativa de la Unión Europea de depuración de aguas residuales, y “a día de hoy solo hay un solar vacío en medio del campo”, dice Molina.

En el año 2010 el gobierno de la Junta publicó un decreto en que consideraba estas depuradoras como obras de interés para la comunidad autónoma. La EDAR de Albendín estaba dentro de esas obras de interés, pero “la realidad es que 8 años más tarde la depuradora ni está ni se le espera”.

Y sin embargo los vecinos de Albendín, al igual que todos los andaluces, seguimos pagando el canon del agua, que es un impuesto autonómico, de la Junta de Andalucía, que el PSOE se lo sacó de la manga para pagar las obras hidráulicas y cumplir con la directiva europea.

Hasta el 31 de diciembre de 2017 el gobierno de la Junta ha recaudado 564 millones de euros con este impuesto; “la realidad es que nosotros pagamos cada mes, pero la Junta no construye las depuradoras”, afirma Adolfo Molina y añade, “llevan muchos años cobrando este impuesto, han tenido tiempo y fondos suficientes para tener en marcha un número mayor de depuradoras en nuestra provincia, entre ellas de la depuradora de Albendín”.

Incluso el Defensor del Pueblo Andaluz ha dejado claro que esa recaudación de un canon extraordinariamente gravoso para las personas usuarias de los servicios de agua debe tener una fecha límite y que estamos ante un incumplimiento de ese acuerdo de Consejo de Gobierno del año 2010 donde fijaban estas obras de interés de la Comunidad.

Además, dice que el canon del agua es un impuesto finalista, un dinero que solo puede dedicarse para construir las depuradoras que quedan pendientes; y cuando estén terminadas las depuradoras tendrá que suprimirse ese impuesto. “Nos gustaría saber qué hace el gobierno andaluz con el dinero que recauda; y nos gustaría tener unos plazos reales para todas las obras hidráulicas que quedan pendientes en la provincia de Córdoba”, afirma.