La portavoz adjunta del PP en la Diputación Provincial de Córdoba, María Jesús Botella, acompañada del portavoz del PP, Andrés Lorite, ha criticado la hipocresía política de Izquierda Unida con la subida del sueldo del gerente de la Fundación Botí, Juan Antonio Bernier, ya que, mientras en el pleno de la Institución provincial, IU se opuso a la subida del 1 por ciento de los sueldos de los gerentes y altos cargos, hoy la propia presidenta de este órgano, la diputada de IU, Marisa Ruz, había convocado Consejo Rector de la Fundación para proponer el incremento del sueldo al gerente.

En este sentido, Botella ha explicado que “desde el Grupo Popular ya denunciamos en su día el nombramiento del Juan Antonio Bernier como gerente de la Fundación Botí, ya que la selección del gerente no se realizó siguiendo criterios técnicos, sino políticos, ya que se da la circunstancia que Bernier concurrió en las listas de IU tanto en las municipales de Cabra como en las elecciones andaluzas”. “No dudamos de la profesionalidad de Bernier pero no tiene conocimientos especializados en Artes Plásticas ni en Arte Contemporáneo”, matiza Botella.

La diputada popular ha resultado que “otra de las incongruencias con las que nos hemos encontrado es que si se le sube el 1 por ciento al gerente, su sueldo estaría por encima del tope máximo que se acordó por unanimidad en el pleno de la Institución provincial, ya que se establece como sueldo máximo 55.000 euros”. “En la actualidad, el gerente de la Fundación Botí cobra 54.999,88 por lo que, si se aplica la subida del 1 por ciento, se estaría incurriendo en una ilegalidad al incrementarse a 55.549 euros”.

Ante esto, Botella ha señalado que “ante esta situación, no les ha quedado más remedio que desconvocar el Consejo rector” y ha advertido que “la incoherencia política en este tema ha sido absoluta por parte de esta formación política”.

Por su parte, el portavoz del PP, Andrés Lorite, ha destacado que “la gestión de la Delegación de Cultura durante este mandato ha tenido más sombras que luces, ya que la gestión de la delegada de Cultura, Marisa Ruz, se ha caracterizado por un sectarismo sin precedentes y una orientación ideológica radical jamás vista en el Gobierno de la Diputación de Córdoba”.

Lorite ha asegurado que “Ruz interpreta la cultura al antojo de Podemos e Izquierda Unida, contratando a una empresa afín un estudio diagnóstico de la Cultura que no ha servido para nada y que sólo ha tenido en cuenta a una minoría de los Ayuntamientos de la provincia de Córdoba”. Por último, el portavoz popular ha indicado que “el radicalismo de la delegada de Cultura es tal que ha eliminado todo lo que huele a cultura tradicional como la recuperación del patrimonio histórico artístico que en su inmensa mayoría es de titularidad del Obispado”.